Como preparar la piel para verano
El verano se acerca, y con él vienen días llenos de sol, diversión al aire libre y, por supuesto, la necesidad de cuidar nuestra piel adecuadamente. Preparar tu piel para la temporada es esencial para garantizar que esté lista para enfrentar los desafíos del clima cálido y soleado. Te ofrecemos consejos prácticos para preparar tu piel y que puedas mantenerla radiante durante todo el verano.
Exfoliación suave para una piel fresca y renovada
Uno de los primeros pasos para preparar tu piel para el verano es eliminar las células muertas y la acumulación de suciedad que se ha acumulado durante los meses más fríos. La exfoliación ayuda a despejar los poros, mejorar la textura de la piel y estimular la renovación celular. Hazlo con un guante exfoliante o esponja de crin con la piel húmeda, hazlo una o dos veces por semana, incluso en el proceso de bronceado, para obtener una piel renovada, un color uniforme y luminoso.
Hidratación intensiva para mantener la piel suave y flexible
Con el aumento de la exposición al sol y el calor, es crucial mantener la piel bien hidratada durante el verano. Utiliza una crema hidratante rica en lípidos y manteca de karité para mantener la humedad en la piel y prevenir la sequedad. Si te hidratas después de exfoliarte en la ducha, notarás lo suave que queda tu piel, casi como la seda.
Además, bebe mucha agua, vegetales y frutas con alto contenido de agua durante el día para mantener tu piel hidratada desde dentro hacia fuera y ayudar a eliminar toxinas.
Protección solar diaria para prevenir el daño solar
Nada es más importante para preparar tu piel para el verano que protegerla adecuadamente del sol. Utiliza un protector solar con un SPF 50 y aplícalo generosamente sobre todas las áreas expuestas de la piel.
¿Sabías que el SPF no tiene nada que ver con indicar si te vas a broncear más o menos?
El Factor de Protección Solar es una medida que indica cuánto tiempo puedes estar al sol sin quemarte en comparación con no usar protección solar. Aquí te dejamos un resumen de cómo funciona y por qué no afecta directamente el bronceado:
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Protección contra UVB:
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El SPF se refiere a la protección contra los rayos UVB, que son los principales responsables de las quemaduras solares y enfermedades de la piel.
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El número de SPF indica el tiempo que puedes estar expuesto al sol sin quemarte. Por ejemplo, si normalmente te quemas en 10 minutos sin protección, un SPF 30 significa que podrías estar expuesto 30 veces más, o sea, 300 minutos, sin quemarte.
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Cálculo del Tiempo de Protección:
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SPF 15 bloquea aproximadamente el 93% de los rayos UVB.
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SPF 30 bloquea aproximadamente el 97% de los rayos UVB.
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SPF 50 bloquea aproximadamente el 98% de los rayos UVB.
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No existe un SPF que bloquee el 100% de los rayos UVB.
El SPF te ayuda a proteger tu piel de los daños causados por los rayos UVB, pero no evita que te broncees. Al usar un protector solar adecuado, puedes obtener un bronceado más saludable y duradero al reducir el riesgo de quemaduras y otros daños a largo plazo.
No olvides de reaplicar el protector solar cada pocas horas, especialmente si estás sudando o nadando. Además, considera usar ropa protectora, como sombreros de ala ancha y ropa con protección UV, para proteger tu piel de los dañinos rayos del sol.
Alimentación saludable para una piel radiante desde dentro