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¿Alguna cuidadora por aquí?

Aprovechemos este momento para decir: ¡Gracias!  

Por una encuesta realizada en 2016 sabemos que en España hay 6.086.020 cuidadores informales y 9 de cada 10 cuidadores, son mujeres.

Si bien cuidar a un ser querido puede ser increíblemente satisfactorio y gratificante, también puede que te sientas sola y agotada física y mentalmente.

Cuando eres un cuidador, es especialmente importante cuidar activamente tu propio bienestar físico y mental. 

Después de todo, si te cuidas a ti primero, podrás cuidar a otros por más tiempo.

Pero, además, todos los cuidadores merecen un tiempo para ellos solos, para renovar fuerzas y sentirse bien en cuerpo y alma.

Sigue leyendo para conocer nuestros seis consejos para obtener el cuidado personal que necesitas. 

1. Pide y acepta ayuda.

Cuando eres un cuidador a tiempo completo, puede ser difícil aceptar la ayuda de otros o incluso hablar sobre las dificultades que enfrentas. 

Compartir tus dificultades no solo te hace desahogarte y sentir mejor, sino que te ayuda a obtener la asistencia que necesitas.

Muchas veces pecamos de ser “videntes” damos por hecho que las personas a nuestro alrededor no pueden ayudarnos porque ya tienen su propia vida y cargas, pero esto no es más que un mero espejismo. Muchas personas estarán encantadas de ayudarte de la forma que puedan

Trata de abrirte a un familiar o amigo cercano y cuéntales lo que necesitas. O habla con un profesional de la salud o asistente social que pueda derivarte a organizaciones que puedan ayudarte con las comidas, la limpieza, el cuidado personal u otras tareas. 

Es muy importante que no te sobrecargues y aceptes la ayuda de los demás siempre que puedas. ¡Quítate un poco de peso!

 

2. Pon en tu agenda “tiempo para mi”

Muchos cuidadores luchan por hacer tiempo para sí mismos todos los días, especialmente cuando viven con la persona a la que cuidan.

Sabemos que siempre hay algo que hacer, pero tomarse un tiempo solo para ti puede reducir tu estrés y darte un impulso de energía. 

En lugar de tratar de concentrar el cuidado personal en un solo bloque que parece imposible de sobra, intenta programar un poco de tiempo para ti todos los días. 

Usa tu tiempo para actividades que te den placer y recarguen tus pilas. Toma un baño, una siesta, haz algo creativo, haz algo de ejercicio, medita, visita a sus amigos, paseos al aire libre, etc. Cualquier cosa que te ayude a sentirte descansada y renovada.

3. Tiempo libre y lejos. 

Tener un tiempo libre lejos, puede parecerte egoísta, pero es importante para mantenerte fuerte física y mentalmente.

¿Hace cuánto no pasas por la tienda que te gusta? Esto es un buen indicativo de que hace tiempo no tienes un momento libre donde perderte en las cosas que más te gustan.

Recuerda que, si no puedes irte lejos porque la persona que cuidas se quedaría sola, puedes pedir ayuda.

También puedes buscar opciones de atención de relevo, que ofrezcan asistencia de cuidados, ya sea en su hogar o en un centro de enfermería.

4. Busca maneras de reír más.

¿Alguna vez has disfrutado de una buena carcajada seguida de relajación de todo el cuerpo? 

La risa reduce el estrés, libera endorfinas, estimula los órganos, fortalece el sistema inmunológico y crea vínculos con los demás. 

Aprovecha cada oportunidad para reírte tanto como puedas pasando tiempo con una amiga divertida, viendo un programa de comedia o incluso probando el yoga de la risa.

La risa se entrena, nos descarga y muchas veces nos ayuda a relativizar nuestros problemas.

5. Prioriza tu salud.

Cuando cuidas a una persona vulnerable, es tentador concentrarse demasiado en su salud y bienestar a expensas de la tuya. 

Los estudios muestran que los cuidadores tienden a descuidar su propia salud cuando cuidan a otra persona, a menudo sin darse cuenta. 

Muchos cuidadores sufren depresión y lo califican de una crisis de salud silenciosa. Por eso, tener un tiempo para nosotras, priorizar nuestra salud nunca fue tan imperioso.

En cambio, centra tu propia salud haciendo ejercicio todos los días, comiendo bien, meditando regularmente y bebiendo mucha agua. 

Dormir lo suficiente también es una parte importante del manejo del estrés, las lesiones y las enfermedades mentales y físicas.

Cuando pones tu propia salud en el centro del escenario, ayudas a todos.

6. La salud mental no está separada de la salud física.

Cuidar es un trabajo duro que puede sentirse aislado y solitario. Se estima que hasta el 60% de los cuidadores luchan contra la depresión.

Ten una red de personas que entiendan la prestación de cuidados con quienes puedas compartir tus experiencias libremente, generar ideas sobre soluciones prácticas y encontrar apoyo. 

El cuidado es un papel increíblemente importante que a menudo se pasa por alto y se subestima. 

Paymani quiere agradecer a todas las cuidadoras, y brindar su aliento y apoyo para que se cuiden primero a si mismos para poder cuidar a otros.

Ten claro algo: TE LO MERECES.

 

¿Eres un cuidador? Cuéntanos tu estrategia de cuidado personal favorita en los comentarios

 

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